LOS GRANDES TEMORES A LOS 4 AÑOS

Para el niño, las cosas ya no marchan tan perfectamente como unos meses atrás. A sus gracias y alardes para ser apreciado, se añaden ahora la duda y el temor de no agradar. Esta impresión de que su éxito depende de los demás, va acompañada de inquietudes, de decepciones y de una rabia muchas veces contenida. Hasta entonces el niño ha crecido bajo una constante vigilancia. Recibía, siempre con confianza, los cuidados, las nuevas seguridades y las leyes.

0 comentarios:

Publicar un comentario