La individuación

El desdoblamiento y la diferenciación se refieren también a las personas. Ahora, el bebé distingue entre él mismo y los demás; cada uno es un individuo en toda la extensión de la palabra. Su mamá ya no forma parte de él. Todas las personas son semejantes y, sin embargo, únicas. Para confirmar e integrar este descubrimiento, el bebé afirmará su propia individualidad por medio de la oposición. No se imagina ser él mismo si actúa como los demás o como se le exige. Además, se rebela y se encoleriza, porque desea actuar y decidir sin ser teledirigido. Dice "no" y se singulariza rechazando los apoyos exteriores. Es importante saber tolerar esta contestación, pues el impedirla es tanto como prohibirle ser él mismo, como obligarle a permanecer en simbiosis y a preocuparse prioritariamente de las necesidades y los deseos de otros.

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