La imagen de sí

La lucha es frecuentemente difícil. Las pulsiones tienden a ganar la partida. Y la idea que entonces se forma el niño de sí mismo es, por lo general, la de un ser débil e incapaz de controlarse. Un ser muchas veces desvalorizado por su entorno, cuando ha sido derrotado, y otras muchas veces criticado por haber obrado mal, o superprotegido porque no ha tenido éxito. Sea como sea, el niño se percibe á sí mismo como inferior e impotente.

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