Dos sexos diferentes

El descubrimiento de los sexos y de sus diferencias es más tardío, en el niño, que el de la sensualidad y la sexualidad; pero este descubrimiento seria verdaderamente oxigenante y realizador si se presentara en su aspecto de complementariedad de dos seres que se encuentran en el amor. El simbolismo "masculino/femenino" en su forma habitual de "tener o no tener", acompañado de la creencia en la "castración-castigo", no es un elemento que venga determinado por la diferencia anatómica, sino que es el producto de un modo de educación sexual: "si te la tocas te vas a quedar sordo..., o se te va a caer". En el espíritu sincrético del niño, estas amenazas se toman al pie de la letra y pueden desempeñar un papel importantísimo en la génesis de eventuales trastornos ulteriores.

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