EL MECANISMO DE LA ADAPTACION

La adaptación libre

En principio, las cosas suceden de un modo sencillo. El niño está de acuerdo en respetar los valores interiorizados, porque le convienen. No se ve en absoluto forzado. Le está permitido actuar de manera adaptada y no sentirse acosado por las obligaciones. Ningún niño (ninguna persona) puede satisfacer sin cesar todas las exigencias, ser perfecto.

En la adaptación libre, el niño se da a sí mismo, además, la orden de actuar. Se da sus propias normas. De este modo refuerza su adaptación y la hace más fácil.

Su yo pulsional no se ve inhibido por las normas y los valores, porque también es su deseo el de adaptarse, pues a fin de cuentas obtiene de ello una enorme satisfacción.

Tal es el proceso de adaptación. Se trata de algo activo; es todo el niño el que se pone en marcha, el que se entrega por completo a la tarea que él mismo se ha programado. La aceptación no es, por tanto, un amaestramiento, una obediencia pasiva o dictada por el temor al palo o el deseo de recompensa. Es un acto libre.

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