La intimidad

De hecho, sensualidad y sexualidad no guardan por sí mismas una relación directa e inevitable. El niño que recibe caricias no se ve necesariamente excitado sexualmente. También hay adultos que distinguen perfectamente entre las mutuas caricias físicas y la excitación sexual. En nuestra sociedad, sin embargo, ambas cosas suelen ir muy relacionadas. Son muchos los que creen que toda caricia física ha de culminar en un acto sexual. Algunos padres no acarician a sus hijos, porque creen que ello sería algo sexual. De este modo, reprimen sus movimientos espontáneos de proximidad y de ternura. Y los niños comprenden lo que esto quiere decir: "no practiques la intimidad"; y puede ocurrir que acaten durante toda su vida esta prescripción de sus padres.

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